Rusia “no tenía ningún motivo concebible” para el envenenamiento del exagente doble de Inteligencia Serguéi Skripal y de su hija Yulia, opina el politólogo estadounidense Stephen Cohen.
La situación política creada a raíz del caso Skripal y la disminución de la diplomacia, que preservó la paz durante la Guerra Fría, aumentan el riego de guerra nuclear entre EE.UU. y Rusia, apunta el historiador y politólogo estadounidense Stephen Cohen en un artículo para ‘The Nation’.
Sin pruebas
El experto compara dos grandes escándalos –el ‘Russiagate‘, la supuesta injerencia rusa en la elecciones presidenciales en EE.UU. de 2016, y el caso Skripal–, de los que afirma que tienen “dos aspectos en común”: en ambos casos se culpa a Putin personalmente y todavía no hay prueba alguna pública en este sentido.
En relación con el caso del envenenamiento de Skripal, antes de que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ofreciera datos sobre supuestas pruebas, el Gobierno del Reino Unido ya ha declarado que es “altamente probable”, en expresión utilizada por la ‘premier’ Theresa May, que Rusia realizara el ataque, recuerda el analista.
Según el politólogo, el presidente de Rusia Vladímir Putin “no tenía ningún motivo concebible“, especialmente en las vísperas del Mundial de Rusia 2018, fecha “importante para la nación”. Además, “todavía no se han presentado pruebas” ni del tipo de agente nervioso utilizado, ni del hecho de que Rusia lo posea. Tampoco de los detalles: cuándo, dónde y cómo Skripal y su hija fueron atacados, recuerda Cohen.
La expulsión masiva de diplomáticos tiene consecuencias reales
El episodio de la expulsión de los diplomáticos rusos del Reino Unido y de varios países europeos que apoyaron la medida “aumenta el riesgo de guerra nuclear entre EE.UU. y Rusia”, advierte Cohen.
El especialista hace hincapié en que muchos estadounidenses opinaban que “la guerra nuclear ahora es impensable” y que la expulsión masiva de diplomáticos no tendría “consecuencias a largo plazo”, pero la realidad es que las “posibilidades aumentan”. “A medida que la diplomacia se reduce, la militarización de las relaciones entre EE.UU. y Rusia aumenta”, enfatiza Cohen.
El riego de guerra nuclear
“La demonización extrema de Putin y la rusofobia creciente en EE.UU.” convierten a Rusia en “una amenaza aún más grave que la Unión Soviética”, contra la cual se desarrollaron las armas nucleares estadounidenses.
El experto afirma que ambos lados, pero particularmente Washington, hablan de desarrollar “ojivas nucleares más precisas” por su utilidad. Al mismo tiempo el uso de incluso un arma nuclear “pequeña y precisa (…) cruzaría el Rubicón del apocalipsis”, avisa el experto.
Por último, el politólogo subraya que los individuos y las fuerzas con mayores dimensiones que “promueven estas acusaciones no probadas” son “incitadores de guerra nuclear“.
Fuente: RT
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