En el siguiente post se analizarán las dos posturas, al final cada quién podrá sacar su propia conclusión; sin embargo se invita a reflexionar y no ha pretender cambiar las creencias de cada uno ni mucho menos a incitar el odio, ésto sólo debe servir como un complemento a su información...
CRISTO COMO UN PAGANO
Disputa con los doctores (El Veronés) 1560
Paolo Veronese
La Verdad es lo que se hace creer, decía Voltaire. Hoy, es una de esas "verdades" el judaísmo de Cristo. "Jesucristo fue judío", es frase que, pronunciada sólo un par de siglos ha, podía costar a su autor el incurrir en los rigores de la Inquisición. Hogaño, esta frase, a fuerza de ser repetida, impresa y oralmente, millones de veces, de ha convertido en un axioma, en un lugar común en algo tan indudable que, si aún de repite a menudo es casi con el único objetivo de servir de escudo o de fianza moral a tal o cual grupo de judíos, para precaverse de la reacción de los no-judíos contra sus métodos comerciales, políticos o sociales. Cuando alguien dice, por ejemplo, que los inventores y la inmensa mayoría de propagadores del Comunismo son judíos; que judíos son en abrumadora mayoría los miembros del "racket" internacional de la finanza y que también lo son -y lo fueron- tal o cual traficante de pornografía, estafador, criminal crapuloso, Ginzberq, Stavisky, Caryl Cheesmann, etc, en vez de replicar con argumentos lógicos y coherentes -como puede evidentemente hacerse, con mayor o menor fortuna- un enjambre de piadosos clérigos y bondadosos seglares os dirán, con unción que "también nuestro Señor, Jesucristo, fue judío". Y lo que más nos sorprende es que, en insólita vecindad con esos píos personajes, y haciendo coro con ellos, de hallan los anticristianos por definición, ateos, comunistas y toda la variada fauna de compañeros de viaje. En realidad para un Cristiano y, concretamente, católico, Jesucristo no pudo ser judío. El católico que tildare de judío a Cristo cometería una herejía. Por lo menos, mientras que un nuevo Concilio superaperturista no modificare el Credo y, allí donde durante siglos de ha dicho "concebido por obra y gracia del Espíritu Santo de mandará decir, por ejemplo, concebida por obra y gracia de Samuel Levy".
Un judío según el Talmud, según la legislación del actual Estado de Israel, y según seis años de tradición universalmente conocida, es descendente de un judío y de una judía. Para el creyente, Jesucristo es hijo de Dios, no de un hombre. Esto deja zanjado el asunto para el católico y para la mayoría de protestantes de buena fe.
Es sabido que Cristo era galileo. La palabra Galilea (che Gelil haggoyim) significa textualmente "distrito de paganos" (I). Parece ser que este rincón del Norte de Palestina, tan alejado de su centro espiritual, Jerusalén , no tuvo nunca, racialmente hablando, una población homogénea y pura, ni siquiera en los tiempos antiguos que Galilea era la patria de las tribus de Naftalí y Zabulón (II). Neftalí, sobre todo, de caracterizó desde el principio por su "extracción muy mezclada (III) y su población no israelita de concentró sobre todo en Galilea.
Cuando, diez siglos antes de Cristo, Israel de escindió en dos reinos independientes, Judea y Galilea, no hubo ningún lazo político entre ambos territorios, como no fuera en muy cortos intervalos... y es la unión política solamente, y no una relativa identidad de creencias religiosas lo que asegura la fusión de los pueblos.
En el año 720 a. C. Galilea había siso devastada por los asirios, y su población bien en su totalidad, según el historiador judío Graetz, bien en sus cuatro quintas partes, según el historiador Roberson Smith, deportada, siendo sustituida por gentes procedentes de Asiria y Grecia, semíticos y Arios los primeros, y arios puros los segundos. Entre los dos historiadores coinciden en que, además de asirios y griegos de permitió la instalación de numerosas tribus de pastores escitas.
El húngaro Ferenc Zajhty pretende que "los judíos estaban seguros de que Jesús no era de su raza" (IV). Zajhty asegura que, en el siglo VII a. C. el rey asirio Salmanasar de llevó cautiva a "toda la población", entonces parcialmente judía Galilea. Los pastores escitas y los nuevos colonos griegos, asirios y macedonios que subsiguientemente ocuparon el espacio de las poblaciones desplazadas, adoptaron el credo religioso judío pero, según expresión de los propios judíos, estaban "únicamente bajo leyes judías". Los judíos -termina Zajhtynunca aceptaron a los galileos como verdaderos descendientes del santo Patriarca Abraham (V).
Durante los siglos que preceden al nacimiento de Cristo, de constata la inmigración de numerosas colonias de fenicios y Griegos en Galilea, según H.S. Chamberlain (VI) y especialmente, Reville (VII) quien precisa que las inmigraciones de los semitas (fenicios) superaron en razón de dos a uno las de los arios (griegos y macedonios). Alejandro Magno, en 331 a. C. expulsó a los pobladores de Samaria, reemplazándolos con macedonios; una importante parte de esos macedonios emigró, a su vez, a la "Tierra de los Gentiles" o Galilea (VIII).
Está fuera de toda suda que en las tierras de Galilea, fecundas y de fácil acceso -al revés de Judea, prácticamente incomunicada cohabitaban multitud de razas, con la excepción de la propiamente llamada raza judía. En el Antiguo Testamento se cuenta (IX) cómo los pobladores de Galilea interpretaron la multiplicación de las bestias salvajes en su territorio como un signo de la venganza de los dioses del país, y delegaron una embajada al rey de los asirios pidiéndoles les enviara un sacerdote israelita de los que él tenía cautivos, y el sacerdote vino y enseñó a los galileos "el culto del Dios de Jerusalén".
Así fue cómo los habitantes de la Palestina Septentrional (Samaria y Galilea) llegaron a ser judíos por la religión, aún cuando los samaritanos llevaran muy poca sangre judía en sus venas, y los galileos prácticamente ninguna.
Graetz afirma que, entre las invasiones -seguidas de deportaciones- de los asirios, un pequeño número de judíos había vuelto a infiltrarse en Galilea, dedicándose a actividades comerciales y cambistas. Según el Libro I de los Macabeos, el caudillo hebreo Simón Tharsi "reunió a todos los judíos que habían vuelto a Galilea y les obligó a regresar a Judea, A TODOS, SIN EXCEPCION en el año 164 a. C. (X).
La originalidad del carácter nacional galileo queda marcada por otro signo infalible: la lengua. En los tiempos de Cristo, en Judea de hablaba en Arameo. El hebreo, ya entonces lengua muerta, sólo sobrevivía en los escritos sagrados. Los galileos empleaban un dialecto del arameo tan diferenciado del empleado por lo judíos que hasta una sirvienta lo podía reconocer ("Tu lengua te ha traicionado" le grita una sirvienta del Sumo Sacerdote a San Pedro) (XI).
A los galileos les estaba prohibido rezar en voz alta puesto que "su pronunciación defectuosa excitaba la hilaridad" (XII). Renan, igualmente, confirma la imposibilidad de los galileos para pronunciar las guturales (XIII). Este hecho según Chamberlain, denota una
anomalía de la estructura de la laringe de lo galileos, comparada con la de los judíos, y la existencia, así demostrada de un carácter de orden somático que les diferencia, autoriza la presunción de una fuerte aportación, de sangre aria entre los galileos, pues la abundancia de los sonidos guturales es un trazo común a todos los pueblos semíticos y prácticamente no existe entre los arios. (XIV).
Louis Marschalsko, hace notar que las viejas leyes judías protegían a los judíos al máximo y que la sentencia de muerte sólo podía imponerse a un ladrón o a un estih, es decir a una persona que intentara persuadir a los judíos de abandonar su creso o causar una brecha en su unidad racial. Según las antiguas leyes y costumbres judías, la posibilidad de escapar de la pena de muerte quedaba abierta en todos los casos, y hasta el último instante. En el camino entre la prisión y el lugar de ejecución se colocaba un observador cada cien pasos. El deber de dichos observadores era indicar si algún nuevo testigo deseaba aportar testimonio suplementario de descargo en favor del reo. Dicho testigos de última hora se daban a conocer levantando su mano derecha. El reo tenía, así, derecho a nuevo juicio, y, en ocasiones, según la calidad de la nueva prueba aportada, era indultado ipso facto.
Es rarísimo que en la procesión que siguió a Cristo harta el Calvario, nadie, ni uno sólo de sus apóstoles, ni uno siquiera de sus discípulos, ni uno sólo de los judíos que lo vitorearon el domingo anterior en Jerusalén, levantara su mano para testificar en su favor y salvarlo, y aquí, según Marschalsko, reside la prueba decisiva de que Él no era judío, pues el privilegio de un nuevo juicio o de una amnistía -que podía obtenerse aduciendo algún acto meritorio del reosólo era aplicable a los judíos, y de él quedaban excluidos "los gentiles, los extranjeros, y los que dependían de la ley judía pero no eran racialmente judíos" (XV).
Según "Aryas" (XVI) "una prueba más de que Jesús no era judío, los constituyen las dos representaciones suyas encontradas en las catacumbas, y que le muestran con faz netamente aria. Por otra parte, la tradición, latina, bizantina, nos muestra siempre retratos de un Cristo rubio, dolicocéfalo, de un tipo ario bien caracterizado. ¿Simple azar?. Parece muy dudoso.
El historiador francés Patry (XVII) recuerda que en la época de Jesús, Galilea y Perea tenían su propio tetrarca autónomo, mientras Judea e Idumea estaban sometidos a un procurador romano. "La separación política entre judíos de raza -dice Patry- y judíos de religión, los primeros en Judea y los segundos en Galilea, era completa. "Subraya Patry que los contemporáneos de Jesús le llamaban "el Galileo" y "el nazareno" y no "el betlehemita". "De donde resulta -concluye el citado Patry- que Jesús no era un judío semita, porque los judíos semitas no tenían derecho a habitar en Palestina" (XVIII).
¿Era Jesucristo, humanamente hablando, racialmente hablando, un judío?
Que judíos y galileos se consideraban como miembros de dos comunidades fundamentalmente diferentes puede comprobarse por poco familiarizado que se esté con los textos evangélicos: San Juan, cada vez que se refiere a "los judíos" parece designar a alguien extranjero, y en el mismo evangelio se dice que "los judíos decían que ningún profeta ha salido jamás de Galilea". (XIX).
Basándose en los datos que nos proporciona la Historia, en Palestina existía una sola raza pura; una raza que, mediante severas prescripciones se preserva de todo contacto con los demás, y que se llama la raza judía. Hemos dicho -y creemos haber demostrado- que es prácticamente imposible que Jesucristo, el "Hombre" Jesucristo, insistimos en ello, perteneciera a dicha raza. Para los que, negliqiendo los datos históricos, prefieran acomodarse con los árboles genealógicos que de Él nos ofrecen los Evangelios de San Mateo y San Lucas, solamente podemos decir una cosa; esas genealogías se refieren a San José, y San José no es el verdadero padre de Jesucristo, según los creyentes... y tampoco pudo serlo para los no-creyentes, dada su edad cuando re produjo el nacimiento de Jesús. Con referencia a Su Madre, María, los Evangelios canónicos, nos dicen que era hija de Joaquín y Ana, y que nació cuando esta había pasado ya la edad de maternidad. En uno de los Evangelios apócrifos, rechazados por la Iglesia Católica, se atribuye la paternidad de Jesucristo a un soldado romano, distinguido por su bravura y apodado, por eso mismo, "Pantera".
¿A qué raza perteneció Jesucristo? La honestidad intelectual impide dar una respuesta categórica, al menor una respuesta categórica de tipo positivo. Negativamente, se puede aseverar que Jesucristo no fue -no pudo ser- judío (XXI). La personalidad de un hombre queda impresa en su obra. Así, como la Novena Sinfonía sólo pudo ser concebida por un europeo, o la doctrina confucionista por un chino, aunque se ignorara todo de la personalidad de su autor, es evidente que el Cristianismo o el cuerpo doctrinal que ha pasado a la posteridad con ese nombre, no pudo ser obra de un judío. El gran historiador del Derecho Jherinq, dice: "El Cristianismo representa una victoria sobre el judaísmo, y encierra en sí, desde su primer origen, un germen ario" (XXII).
La situación en Galilea entre Fenicia y Siria autorizaría, en principio, la presunción en favor de una ascendencia primordialmente asiria, pero nunca judías. Algunos autores, como Chamberlain, Harnack, Huqo, Winckler, entre otros, inclinan a creer, sin poder afirmarlo resueltamente, que Jesucristo descendía de griegos emigrados a Galilea en el siglo IV a. C. (XXIII). Las descripciones que de su aspecto físico nos han dejado muy escasos documentos y una relativamente abundante tradición oral, nos lo presentan como un ario, pero nada puede afirmare en concreto, excepto que no fue judío. Sus discípulos eran Galileos, como El, con una sola excepción. La excepción fue Judas Iscariote, es decir, Judas de Kerioth, "una ciudad de la tribu de Judá". (XXIV ).
Jesucristo no fue tal judío. No hay judíos en el nacimiento del Cristianismo, exceptuando, tal vez, a San Pablo. Pero si se quieren encontrar judíos en el principio de la Gesta Cristiana, es evidente que se halla un nombre que, siendo él un auténtico judío, desempeñó un papel de primera magnitud en la misma: Judas Iscariote.
Según esta postura los puntos fuertes a favor serían:
* Su lugar de procedencia (Galilea)
* Su lengua (un dialecto muy diferenciado del Arameo)
* La falta de una amnistía en su juicio o la forma en que se llevó su juicio
* Su apariencia física
En éste último punto cabe mencionar que existen unas cartas escritas por Poncio Pilatos dirigidas a Tiberio César donde menciona algo sobre sus razgos físicos:
Apareció en Galilea un hombre joven, que en nombre del Dios que lo envió, predicaba humildemente una nueva ley. Primero temí que su intención fuera sublevar al pueblo contra los romanos. Pero pronto se borraron mis sospechas. Jesús de Nazareth habló más bien como un amigo de los romanos, que de los judíos.
Cierto día observé en un grupo de personas a un hombre joven que, apoyado en el tronco de un árbol, hablaba tranquilamente a la multitud que le rodeaba. Se me dijo que era Jesús. Esto podía haberlo supuesto fácilmente, por la gran diferencia que había entre él y aquellos que le escuchaban. Su pelo rubio y su barba le confirieron a su apariencia un aspecto celestial. Parecía tener unos 30 años. Nunca antes había visto una faz más amable o simpática. Qué diferencia tan grande había entre él y los que le escuchaban, con sus barbas negras y su tez clara. Como no deseaba molestarle con mi presencia, proseguí mi camino, indicándole sin embargo a mi secretario que se uniera al grupo y escuchara. Más tarde mi secretario me informó que jamás había leído en las obras de los filósofos nada que pudiera compararse con las enseñanzas de Jesús. Me informó que Jesús no era seductor ni agitador. Por ello decidimos protegerle. Era libre de actuar, de hablar y de reunir al pueblo. Esta libertad ilimitada provocaba a los judíos, los indignaba y los irritaba; no a los pobres, sino a los ricos y poderosos.
Hasta aquí se puede determinar que Jesús era Judío de religión pero NO de raza, recuerde que en la actualidad un Judío puede ser ateo, como por ejemplo el caso de los Judíos de origen Jazaro (la mayoría de los elitistas europeos), ellos se convirtieron al Judaísmo más sin embargo de raza son de procedencia turco-mongol).
Continuando con la siguiente parte...
JESÚS COMO JUDÍO
Maurycy Gottlieb,
Cristo predicando en la Sinagoga de Cafarnaúm,
óleo, 1878-79.
Lo primero que deberíamos preguntarnos ¿Qué es "ser judío"? ¿Qué es "ser español"? ¿Podría extrapolarse "ser judío" con "ser español" y a su vez con "ser europeo"?
La extrapolación es un error puesto que ignora el contexto de cada uno de los elementos a extrapolar.
¿Era Jesús Judío? Por ser descendiente de la tribu de Judá, por la familia de David, se afirma que es judío.
¿Qué sería entonces el judaismo?
El judaísmo es una nacionalidad, una tradición, una cultura, y una religión.
El judaísmo como tal nació en la cautividad, como una forma de mantener la identidad frente a la cultura y religión de Babilonia, posteriormente de los demás imperios gobernantes. En la cautividad surgieron las instituciones que dieron cuerpo al judaísmo, la Tradición Oral, que derivó en el Talmud; los grupos fariseos y saduceos, entre otros; la Sinagoga, para preservar el culto a Jehová, debido a la desaparición del Templo; y muchos ritos que se practicaban en tiempos de Jesús.
El judaísmo como religión, nació entonces en la diáspora. Lo mismo vale para los demás aspectos.
La noción de Judío, como nacionalidad, o como religión, no existe en la Torá, ni en la Tanaj; en que se habla de los Hebreos, pueblo de Dios, Pueblo de Israel, Reino del Norte o de Samaria, Reino del Sur, o de Judá. Es un error afirmar que Abraham, los Patriarcas de Israel, o Moisés fueron Judíos. El mismo que se comete cuando se afirma que Jesús vivió en Palestina, con lo cual se le endosa el gentilicio palestino. Como decir que los Aztecas precolombinos fueron mejicanos, porque vivieron en el territorio que hoy se denomina México.
Hasta Esdras y Nehemías, que cerraron las referencias históricas del Antiguo Testamento, ningún personaje bíblico practicó el judaísmo, porque no había nacido como religión.
El concepto de judío deriva del pueblo que conformaba el Reino del Sur, o de Judá, que fue llevado al cautiverio. En este sentido, como gentilicio, solo es aplicable a las tribus de Judá, y de Benjamín, que poblaban ese reino. Por este motivo, la actual Nación asentada en la Tierra Histórica de Israel, su denominación correcta Nación de Israel, o simplemente Israel.
¿Practicó Jesús el Judaísmo? Jesús fue circuncidado, presentado en el Templo, guardó el sábado, y los demás días de reposo, conforme a la Ley de Moisés; concurrió al Templo, siguiendo lo prescrito en la Tanaj; más Jesús no practicó la religión nacida en el exilio, basada en la tradición, en el Talmud. Como se nota en los evangelios, Jesús rechazo abiertamente las tradiciones de la religión judía, y se mantuvo apegado a la devoción inspirada en la Torá y la Tanaj.
Una lectura del Sermón del Monte, por superficial que sea, deja claro el rechazo de Jesús a la tradición que se erigía sobre la Ley y los Profetas. Por eso en varias ocasiones le oímos decir: “Oísteis que fue dicho… más yo os digo.” Colocándose El mismo sobre las tradiciones judías.
¿Jesús era judío étnicamente, o era judía Su madre? Jesús claramente se identificaba físicamente con los judíos de Su tiempo, tanto con Su pueblo como con Su tribu y su religión (aunque corrigiendo sus errores). Dios deliberadamente lo envió a Judá: “A lo suyo vino, (Judá) y los suyos (judíos) no le recibieron. Pero a todos los (judíos) que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre…” (Juan 1:11-12), y Él dijo claramente, “Vosotros (los gentiles) adoráis lo que no conocéis; nosotros (los judíos) adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.” (Juan 4:22).
El primer verso del Nuevo Testamento proclama con toda claridad el linaje de Jesús. “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.” (Mateo 1:1). De pasajes como Hebreos 7:14, “Porque es evidente que nuestro Señor descendió de Judá, una tribu de la cual Moisés no dijo nada tocante a sacerdotes.” es claro entonces que descendía de la tribu de Judá, de donde se deriva el nombre de “judío.” ¿Y qué hay acerca de María, la madre de Jesús? En la genealogía de Lucas capítulo 3, vemos claramente que María era descendiente directa del rey David, lo que le daba a Jesús el derecho legal tanto de acender al trono judío, como a establecer que Jesús era judío étnicamente.
¿Era Jesús un observante religioso del judaísmo? Ambos padres de Jesús lo eran “Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor…” (Lucas 2:39). Sus tíos Zacarías y Elizabet, también eran judíos observantes de la Torá (Lucas 1:6), así que como vemos, probablemente toda la familia tomaba muy en serio su fe en el judaísmo.
En el Sermón del Monte (Mateo 5-7), Jesús afirmaba continuamente la autoridad de la Torá y los profetas (Mateo 5:17), aún en el Reino de los Cielos (Mateo 5:19-20). También asistía regularmente a la sinagoga (Lucas 4:16), y Su enseñanza era respetada por otros judíos de Su tiempo (Lucas 4:15). Él enseñaba en el Templo judío de Jerusalén (Lucas 21:37), y si Él no hubiera sido judío, simplemente se le hubiera impedido Su entrada a esa parte del Templo (Hechos 21:28-30).
Jesús también exhibía las señales externas de ser un judío observante. Él usaba “tzitzit” (flecos) en su ropa (Lucas 8:44; Mateo 14:36) que serían como recordatorio de los mandamientos (Números 15:37-40). Él también observaba la Pascua (Juan 2:13) y subía a Jerusalén (Deuteronomio 16:16) en este importante peregrinaje de la fiesta judía. Observaba el Sucot, o la fiesta de los tabernáculos (Juan 7:2, 10) y subía a Jerusalén (Juan 7:14) como se requería en la Torá. También observaba el Janucá, el festival de las luces (Juan 10:22) y probablemente también el Rosh Hashaná, la fiesta de las trompetas (Juan 5:1), subiendo también a Jerusalén en ambas de estas fiestas, aunque no está ordenado en la Torá. Está claro, Jesús se identificaba a Sí mismo como judío (Juan 4:22) y como el Rey de los Judíos (Marcos 15:2). Desde Su nacimiento hasta Su última Pascua (Lucas 22:14-15), Jesús vivió como un observante judío.
Sin embargo en sus enseñanzas se contraponían con las tradiciones judías, lo cuál y evidentemente le atrajo problemas:
En la Sinagoga de Nazaret es rechazado porque afirmó que en Él se cumplen las promesas sobre el Mesías Libertador, Lucas 4:16-30; en la sanidad de un paralítico, se le acusa de blasfemia por perdonar los pecados del lisiado, que luego sanó, Lucas 5:17-26; despertó ira en los escribas, y en los fariseos, por sanar el día sábado a un hombre con la mano seca, Lucas 6:6-11; en casa de un fariseo desatendió el rito de lavarse las manos, y luego denunció a quienes practican la religión sin piedad, y ponen la tradición sobre la Ley de Moisés, Lucas 11:37-54; el Concilio, la máxima autoridad judía, le sentenció a muerte por declararse Hijo de Dios, Lucas 22:66-71.
De Galilea. A pesar que Judea era el lugar donde se encontraba el Templo, era un pueblo más rural, mientras que Galilea, por encontrarse en la frontera con las otras naciones, era más urbana y más desarrollada. De hecho se cree que Galilea era un pueblo más gentil que Judío, pero los Evangelios, el historiador Judío del primer siglo, Flavio Josefo, y la arqueología demuestran todo lo contrario, que Galilea tenía una población mayormente judía. Se le conocía como "Galilea de los Gentiles" porque estando en la frontera, existía un gran comercio e intercambio cultural.
¿Es que también tú eres de Galilea? Estudia y verás que de Galilea no surge ningún profeta.
Evangelio de Juan 7,52
La mayor parte del ministerio de Jesús ocurrió en las orillas del Mar de Galilea. Jesús recrutó cuatro de sus Apóstoles de las orillas del Mar de Galilea, Simón, Andrés, Juán y Jacobo (Mateo 4:18-21). El famoso Sermón del Monte, los milagros como cuando caminó sobre el agua, cuando calmó la tormenta y la alimentación de los cinco mil, ocurrieron en Galilea.
Los miles y hasta cientos de rabinos que circulaban en la tierra de Israel no salieron solamente de Judea ni tampoco de las escuelas de Jerusalén, de hecho Galilea era un gran centro de estudio de la Torá. Más rabinos famosos han salido de Galilea que de otra parte del mundo. La diferencia que existía entre ellos era bien grande, los de Judea estaban más Helenizados y a favor del gobierno Romano, mientras que los de Galilea eran más religiosos y se resistieron más la influencia pagana del Helenísmo que los de Judea. El Talmud los acusa de busca pleitos, de hecho los famosos nacionalistas conocidos como los Zelotes salieron de Galilea. Su amor por Dios, su tierra, su gente, su religión y su libertad era tan grande, que banda de guerrillas que se oponían a Herodes circulaban por todo el país. Muchas de estas bandas fueron aplacadas por el gobierno Romano (Lucas 13:1-2).
En su observancia religiosa eran más simples y prácticos que los de Judea, preferían la interpretación más suave de las Escrituras que las tradicionales, aligerando el rigorismo rabínico, por eso se sentían más atraídos a las interpretaciones del hagadá (historias como las parábolas) que las de halajá (aplicación de la ley).
En general exístia un gran desprecio dentro de los círculos rabínicos por todo lo que fuera Galileo. Sobre todo en lo que se refería al lenguaje, tanto así que "¡Tonto Galileo!" era un dicho común. No en balde Jesús les dice que no deben llamar así a sus hermanos (Mateo 5:22). Como su acento era diferente, los acusaban de errores gramaticales, especialmente de pronunciar mal las palabras que los llevaba a ridículos errores. Decían que no distinguian entre la b (B) y la p (P) y otras letras, tanto que existe una historia donde un Galileo quería comprar algo y el de Judea no entendía si quería comprar vino rmx (jamar) o un asno rwmx (jomer). El ejemplo lo vemos cuando Pedro niega a Yeshua y es reconocido como uno de los seguidores de Yeshua por su forma de hablar:
"...Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres Galileo,
y tu manera de hablar es semejante a la de ellos."
Marcos 14:70
Los puntos fuertes de esta postura serian:
* Que su madre descendía del linaje de David tribu de Judá (lo cuál lo hace el mesías)
* Que se crió y creció practicando la religión Judía
* Que vivió en una región alejada a Judea pero de población Judía en gran parte (Galilea)
* Que se le permitía leer los rollos de las escrituras en la Sinagoga
* Se dirigian a el como 'maestro' (Rabí)
* El mismo hacía referencias a sí mismo como Judío y descendiente de su tribu
* Que fue despreciado por los suyos (Judíos) al no concordar con las tradiciones Talmudicas
Conclusiones.
Entonces se podría concluir que Jesús realmente era Judío tanto en la práctica religiosa (en su juventud) como de descendencia (al menos por parte de su madre) y al mismo tiempo NO lo era, pues al comenzar a predicar sintió rechazo por la conducta de los sumos sacerdotes de la religión judía talmudica de la época , se distinguió del resto predicando una enseñanza totalmente contraría al Judaísmo tradicional y su origen galileo le permitió acercarse más al mundo gentil (razón por la cuál podía entrar a las casas de gentiles sin problema alguno) mientras que los Judíos talmudicos sentían repudio por estas acciones pues no se comportaba como un maestro de los "suyos"... entonces fue Judío de nacimiento pero en el proceso que lo llevo a su crecimiento espiritual dejó de serlo; lo que sigue quedando en duda es su apariencia "distinta y resaltante" de los demás, lo cual lo dejaremos al criterio de cada quién, pues padre biológico no se le conoció, y esa parte no se tocará en éste post (si era o no de origen divino o extradimensional).