Para el autor especialista en el Vaticano e insider de la Logia P2, Leo Zagami, en este momento el Papa Francisco tiene dos posibilidades: renunciar, o permitir que la Iglesia Católica estadounidense proclame un cisma. En una carta de 11 páginas firmada el 22 de agosto de 2018, el exarzobispo Carlo Maria Viganò acusó al Papa Francisco de conocer y encubrir abusos sexuales dentro de la institución. “El Papa Francisco debe ser el primero en dar un buen ejemplo a los cardenales y obispos que encubrieron los abusos de McCarrick y renunciar junto con todos ellos”, escribió en su carta el ex-arzobispo italiano Carlo Maria Viganò, quien sirvió como Nuncio Apostólico de los EE.UU. en el año 2016.
En medio de toda esta controversia, apunta Leo Zagami, la Iglesia católica estadounidense parece cada vez más cercana a un posible cisma, ya que George Soros está obligando al Papa Francisco a permanecer en el cargo, mientras que la solicitud de Viganò para su renuncia aumenta la presión sobre las jerarquías católicas estadounidenses para actuar antes que sea demasiado tarde. No es una coincidencia que la mayoría de los obispos y organizaciones estadounidenses vinculados a la Iglesia Católica en los EE.UU. no se consideren cercanos al Papa en este momento y que expresen solidaridad con su acusador, quien exige la renuncia de Bergoglio. La mayoría de los medios de comunicación corporativos ven las acusaciones de Viganò como un acto de traición contra el Papa Francisco, pero los fieles de la Iglesia Católica están cada vez más hartos y quieren escuchar la verdad de boca de los representantes de la podrida institución vaticana. De cualquier forma, entre todo este aparatoso remolino de deconstrucción sale a la luz otra incógnita: ¿a quién le beneficiaría más un cisma que conduzca a la transformación de la institución de la iglesia católica sino a los mismos que la crearon y que ahora tienen el objetivo de imponer una religión mundial única como parte de su Nuevo Orden Mundial? Como sabemos, izquierda y derecha, globalismo y nacionalismo, así como todas las religiones monoteístas, son sólo cabezas de un mismo monstruo cuyo único sueño es el de la gobernanza espuria de la matrix holográfica 3D.
Encubrimiento del Papa y de los medios de comunicación convencionales
El polémico arzobispo Carlo Maria Viganò ha vuelto a hacer declaraciones públicas a través de Aldo Maria Valli, un destacado periodista de la Televisión Nacional Italiana especializada en información religiosa. En esta nueva declaración, Viganò explicó una vez más que él decidió hablar “porque la corrupción ahora ha llegado a la cima de la jerarquía eclesiástica.”
Viganò también recriminó a los periodistas de medios convencionales por no preguntar sobre un caso documentado que, cuya información como se sabe, fue entregada por el Papa Benedicto XVI al Papa Francisco a través de Castel Gandolfo. Al respecto, dijo Viganò:
“Hubiera sido suficiente seguir mi informe y el informe que se hizo a mi deposición frente a los tres cardenales a cargo de la investigación del caso Vatileaks (Julian Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi) para comenzar a hacer un poco de limpieza en la Curia.”
No es sorprendente que un caso misterioso que rebasa de todos los pecados del clero vaticano aparentemente haya desaparecido.
Bergolgio podría acabar en una casa de retiro en Argentina
Mientras tanto, Jill Filipovic, periodista con sede en Nueva York y Nairobi, escribió un artículo para CNN titulado: “El Papa probablemente debería renunciar”, en el que ataca a la estructura de poder de la iglesia católica que permite que “sacerdotes” pasen mucho tiempo a solas con niños pequeños. Además, afirma Filipovic, es siniestro que:
“La propia misoginia y homofobia de la iglesia hayan agravado la vergüenza y el silencio que tantos niños abusados siguen cargando sobre sus hombros ya siendo adultos.”
El 28 de agosto, una agencia de noticias italiana citando fuentes no identificadas cercanas al Papa, declaró que Francisco no contempla dimitir como líder de la Iglesia Católica, pero la situación se vuelve cada vez más caótica y Francisco podría acabar en una casa de retiro en Argentina antes de lo planeado.
Figuras prominentes respaldan al Arzobispo Viganò
Hay un número creciente de figuras prominentes de la Iglesia en los Estados Unidos que respaldan y apoyan las acusaciones del Arzobispo Carlo Maria Viganò. El arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, por ejemplo, declaró su juicio positivo sobre la obra del nuncio apostólico, “caracterizado por la integridad hacia la Iglesia.” Aún más explícito, el Obispo de Madison, Robert Morlino, expresó su desilusión por el Papa y su decisión de no responder, a la vez que reiteró su estima personal por Viganò confirmando que las acusaciones son “reales y concretas.” Thomas Olmsted, Obispo de Phoenix, declaró que Viganò es una persona confiable y pide que se investiguen sus acusaciones. El obispo de Tyler, Texas, Joseph Strickland, afirmó que las acusaciones son creíbles y autorizó a sus sacerdotes la oportunidad de leer la declaración de Viganò en las celebraciones del domingo, un comportamiento rebelde que suena muy parecido a una posición cismática.
En contraparte, no se hicieron esperar las declaraciones hipócritas en defensa del Papa Francisco, como la del Cardenal Blase J. Cupich, Arzobispo de Chicago, quien afirma que debemos ocuparnos del calentamiento global y de los migrantes, en lugar de la pedofilia de los sacerdotes:
“Creo que para el Santo Padre, entrar en todos y cada uno de esos aspectos, de alguna manera es inapropiado, Y en segundo lugar, el Papa tiene una agenda más grande. Él tiene que hablar sobre el medio ambiente y proteger a los migrantes y continuar con el trabajo de la Iglesia.” (Mary Ann Ahern, Chicago NBC 5, 25 de agosto)
Más de 13,000 mujeres suplican al Papa que diga la verdad
El Papa Francisco se negó a comentar sobre la acusación de Viganò, diciendo a la prensa que:
“Leí la declaración esta mañana, y debo decir con sinceridad a usted y a todos aquellos que estén interesados: Que lean la declaración cuidadosamente y hagan su propio juicio. Yo no voy a decir una sola palabra al respecto.”
Mientras tanto, en una carta a Jorge Bergoglio, miles de mujeres católicas suplicaron al Papa que rompa su silencio sobre las acusaciones formuladas contra él por el arzobispo Carlo Maria Viganò, quien afirmó que el Papa conocía los abusos y la naturaleza depredadora del Cardenal McCarrick, y sin embargo lo elevó a un puesto de liderazgo en la Iglesia de los EE.UU. en lugar de sancionarlo o entregarlo a las autoridades estadounidenses.
La carta escrita al Papa Francisco, que está firmada por 53 seminaristas, profesores, mujeres consagradas, teólogos, misioneros y madres de la Iglesia, y ahora está respaldada por más de 13,000 mujeres, implora:
“Nuestros corazones están rotos, y nuestra fe cuestionada por la creciente crisis que envuelve a nuestra querida Iglesia. Estamos enojados, traicionados y desilusionados. El dolor y el sufrimiento de las víctimas nunca termina, ya que cada ciclo de noticias trae revelaciones más horribles de abuso sexual, mala conducta sexual, encubrimientos y engaños, incluso en los niveles más altos de la Iglesia.”
La carta afirma con claridad el asunto más apremiante para la mayoría de los católicos en este momento:
“La reciente declaración del Arzobispo Carlo Maria Viganò nos impulsa a comunicarnos directamente con usted para obtener respuestas. Su testimonio lo acusa a usted, el Santo Padre, y a los cardenales de alto rango de encubrir el comportamiento atroz del ex cardenal McCarrick, y de promover a este depredador como portavoz global y líder espiritual. ¿Es esto cierto?”