Hace millones de años África se separó de Sudamérica, ahora África se está dividiendo en dos. Una gigantesca grieta atraviesa el suroeste de Kenia, y está fracturando visiblemente el paisaje.
Por ahora podemos ver como una gran carretera es cortada, pero eso es solo el inicio de una serie de eventos a escala global que causarán que el continente se divida.
Aunque se trata de una pequeña separación de pocos centímetros por año, pero esto sugiere que dentro de 10 millones de años la placa somalí del este de África estará aislada por el océano, y en 50 millones de años la masa de África se habrá introducido en Europa.
Hace aproximadamente 300 a 180 millones de años, todas las placas continentales se encontraban unidas en lo que se llamó Pangea.
De acuerdo a las predicciones realizadas todos los continentes se volverán a unir, con una fuerza aplastante, nuevamente en aproximadamente 250 millones de años.
Esto traerá consigo más cambios, siendo uno de ellos las mareas, que cambiarán drásticamente.
Además, este ciclo de rupturas y uniones tendrá un efecto interesante sobre la influencia del Sol y la Luna sobre los océanos.
El flujo y reflujo mensual de mareas que estamos acostumbrados a ver solo puede ocurrir cuando hay grandes cuencas de agua.
Eso podría significar que a medida que los continentes continúen cambiando, esas cuencas podrían cambiar de forma nuevamente en los próximos cien millones de años, una vez más interfiriendo con las actividades de las mareas.
Australia se está desplazando
Otro cambio en nuestro planeta se está dando en Australia. Este continente se está moviendo hacia el norte a un ritmo bastante rápido como para que el GPS se mantenga actualizado.
En un marco de tiempo mucho más pequeño, los movimientos en la distribución del agua de nuestro planeta pueden a su vez tener un efecto extraño sobre cómo se mueven nuestros continentes.
Los cambios estacionales en este mapa acuático marcan una ligera diferencia en la forma en que se mueven las placas tectónicas, y literalmente las «derraman». Australia se mueve hacia adelante y hacia atrás en una escala de milímetros mientras avanza hacia el norte.
Si bien este bamboleo es trivial en grandes escalas, podría marcar una gran diferencia cuando cuenten las pequeñas mediciones.
No serán millones de años en el futuro, ocurrirá en unos pocos años. Esto podría causar que las estimaciones del Global Positioning Satellite (GPS) se reduzcan significativamente.
Ya que en la actualidad dependemos enormemente de la tecnología cartográfica, este pequeño cambio en la faz de nuestro planeta podría convertirse en un problema grave.
El hielo se se convierte en océano, un océano muy pesado
Otro factor que causará cambios importantes en la posición de la corteza se está dando debido a los cambios en la distribución del agua desde el hielo hasta el océano.
El año pasado, científicos del NASA’s Jet Propulsion Laboratory en California informaron acerca de una ola compuesta por 6.68 mil millones de toneladas de agua congelada que avanzaba lentamente por un glaciar en Groenlandia en 2012.
Este colosal tsunami está deformando la corteza a su paso; y esto nos muestra el gran impacto que toda esa agua tiene en la forma de nuestro planeta.
Sin embargo, esta ola es solo una onda en comparación con la monstruosa compresión del fondo del océano. Recién estamos empezando a comprender cómo el aumento del nivel del mar empujará hacia abajo la corteza y la desalineará a una escala mucho mayor.
Ademas, el derretimiento de los glaciares dejará un paisaje marcado debido al congelamiento de los antiguos lagos y ríos existentes.
Pero estos cambios no solo perforaran los valles de la roca y empujan hacia abajo la corteza; aparte de esto, las grandes acumulaciones de sedimentos llamados eskers se depositan en la boca del glaciar, perforando el vientre del flujo de hielo cuando llega al mar.
Los investigadores descubrieron recientemente eskers tipo cuchillo en la Antártida del tamaño de la torre Eiffel. Estas acumulaciones debilitan la plataforma de hielo, dándonos una cosa más de la que preocuparse a medida que la capa de hielo de la Antártida se degrada lentamente y se suma al aumento del nivel del mar que también redirigirá al globo.
Desde hace un siglo hemos empezado a ver realmente naturaleza dinámica de la cara de nuestro planeta. Evidentemente esto continuará, más cambios que aún desconocemos ocurrirán.
Fuente: Codigo Oculto
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