Nikola Tesla, una de las mentes más privilegiadas de todos los tiempos, es actualmente conocido en el mundo entero por sus logros en el campo de la electricidad y energía. No solo desarrolló el sistema de corriente alterna, posibilitando la transmisión de electricidad a grandes distancias, y también trabajó en la comunicación inalámbrica y la transferencia de energía.
Tesla, además, era un pensador brillante, pero también muy excéntrico. Tal vez las partes más enigmáticas de su personalidad lo convierten en un tema tan interesante para los diversos temas alternativos. Se acredita a Tesla haber trabajado en fuentes de energía desconocidas, ser contactado por extraterrestres, haber causado la explosión de Tunguska por un rayo de muerte e incluso haber trabajado en un generador de terremotos (que es lo que trataremos en este artículo). Aunque cabe resaltar que Nikola Tesla no desarrolló un arma como tal con la intención de crear terremotos, en cambio, en base a ello, intentó implementar un sistema para evitarlos.
En el año 1896, Nikola Tesla se encontraba trabajando en un oscilador, pensado para para ser utilizado en la transferencia de energía. La idea era crear un oscilador impulsado por vapor, capaz de generar varias frecuencias. Si la frecuencia coincidía con la frecuencia de resonancia, un dispositivo receptor debería transformar las oscilaciones mecánicas en corriente eléctrica.
En 1897 el dispositivo estaba listo y en 1898 supuestamente logró crear una oscilación en su laboratorio,ubicado en 48 E. Houston St., Nueva York, lo suficiente, para que los vecinos alarmados llamaran a la policía y a los bomberos, temiendo de que sucediera un terremoto. Más tarde, Tesla explicó este principio al periodista Allan L. Besnson, quien publicó en febrero de 1912 un artículo sobre el resonador de Tesla en la revista The World Today:
Tesla se puso el pequeño vibrador en el bolsillo del abrigo y salió a cazar un edificio de acero medio erigido. Abajo, en el distrito de Wall Street, encontró uno, tenía una estructura de armazón de acero sin un ladrillo o una piedra alrededor. Sujetó el vibrador cerca de la estructura, y lo ajustó hasta que lo consiguió.
Tesla dijo finalmente que la estructura comenzó a crujir y los trabajadores llegaron al suelo presas del pánico, creyendo que había habido un terremoto. Llamaron a la policía. Tesla se metió el vibrador en el bolsillo y se fue. Diez minutos más y podría haber dejado el edificio derrumbado en la calle. Y, con el mismo vibrador, podría haber dejado caer el puente de Brooklyn en el East River en menos de una hora”.
Tesla imaginó usar las ondas generadas por su invención para aplicaciones pacíficas. Un dispositivo transformaría la electricidad en vibraciones. Entonces, Tesla utilizaría las rocas en el subsuelo para enviar las vibraciones a un segundo dispositivo. Este dispositivo de recepción recogería las vibraciones y transformaría las oscilaciones en electricidad, para usarlas localmente. De hecho, el dispositivo, que consiste en un pistón que vibra en un cilindro, ya era lo suficientemente potente como para hacer vibrar todo un edificio. Solo una precaución era necesaria.
Si es lo suficientemente potente, su máquina podría coincidir con la frecuencia de la Tierra, causando incluso terremotos. Aún así, en la década de 1930, Tesla imaginó el uso de dispositivos más pequeños para aliviar la energía de la Tierra, en este caso, para evitar terremotos. Sin embargo, el sistema de «telegeodinámica» de Tesla nunca logró ir más allá del prototipo.
El dispositivo en realidad no era lo suficientemente potente como para enviar la suficiente energía. La amortiguación de las oscilaciones por estructuras y el subsuelo era demasiado fuerte. Sin embargo Tesla tuvo otra idea que fue más exitosa. Se imaginó usando las oscilaciones generadas por su dispositivo para explorar el subsuelo. Las olas enviadas al subsuelo se reflejarían por obstáculos o rocas diferentes.
Al observar las ondas que regresan, un geólogo podía ver el subsuelo. Esta es la idea básica que usan los sismólogos modernos. Los impulsos de energía, generados por dispositivos electromagnéticos, explosiones controladas o pistones mecánicos, que se envían a lo profundo del subsuelo son reflejados o desviados por las estructuras geológicas. Las señales reflejadas se pueden usar para reconstruir un modelo del subsuelo.
Visto en: Código Oculto
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