La Tierra: 2100. El mundo es
gobernado por superhumanos con IQs superior a los 1.000. Desde sus altas torres
ellos gestionan al enjambre de humanos. Masas de seres humanos inferiores
controlados desde el nacimiento hasta la muerte ... por lo menos a aquellos que
se les permita vivir.
Los sub-humanos serán moldeados y formados.
Serán una vida diseñada para los propósitos y los caprichos de la [casi como
dioses] élite que es la mente maestra de la ajetreada sociedad, casi como
colmena. En caso de que algunos tengan la brillante idea del derrocamiento o el
vivir más que los autoproclamados maestros y sus diez mil años de Reich, es
mejor que ellos lo olviden. Los gobernantes serán inmortales. ¿Una historia de
ciencia ficción clásica? No, es una visión del futuro que algunos del llamado
movimiento transhumano tratan de lograr. Por supuesto los que trabajan para
crear este mundo aterrador completamente esperan estar entre las filas de los
señores gobernantes.
"Las masas no merecen la
inmortalidad" Con 80 años, Marvin Minsky, llamado el padre de la
inteligencia artificial, creador de las redes neuronales artificiales y el
cofundador del laboratorio de IA (Inteligencia Artificial) en el MIT, cree que
en general las masas no tienen ni idea acerca de cómo manejar la inmortalidad,
ni se lo merecen. Desde la perspectiva de su torre de Marfil, él cree que los
científicos necesitan el tiempo extra que la inmortalidad puede proporcionar,
mientras que el resto de la humanidad debe cumplir con la normal esperanza de
vida. Sonando casi como Dios, Minsky echa a lado cualquier consideraciones
éticas y sostiene que los científicos están por encima de todas las cosas.
Ninguna restricción a la la investigación y sus aplicaciones, ninguna
regulación de cualquier tipo debe ser tolerado por la comunidad científica.
"Los científicos no deberían tener la responsabilidad ética de sus
invenciones, ellos deben ser capaces de hacer lo que quieran. No se les debería
pedir que tengan los mismos valores que otras personas," declara
rotundamente Minsky. Esta es la visión del mundo y la advertencia que subyace
en la novela clásica "Brave New World" de Aldous Huxley. Muchos de
los elementos más aterradoras de la novela han sido adaptadas por los
investigadores más obsesionados con alcanzar una elite inmortal. El
anteproyecto del mundo está diseñado de arriba hacia abajo - el mandato
definitivo y control de la sociedad global. La sociedad que ellos imaginan y promocionan
también tiene fuertes paralelismos a la no menos conocida novela de Frank
Herbert "Hellstrom's Hive" — una visión de pesadilla de drones
humanos imitando a la sociedad como colmena creada por las abejas. Mientras que
un número significativo de miembros del Movimiento transhumano se inclina por
una versión de una sociedad-colmena utilizando dicha población Un
transhumanista, teórico de la IA Eliezer Yudkowsky rechaza las ideas de Minsky.
En cambio, Yudkowsky está convencido que la tecnología de la inmortalidad debe
ser desarrollada rápidamente antes que un grupo o gobierno con malas
intenciones lo haga primero. Él ve la inteligencia artificial como la clave
para desbloquear la puerta de la inmortalidad. Pero debe hacerse de forma
correcta porque si no es así, podrían seguirles terribles consecuencias.
"Si un afán de superación de la IA es lanzada en conjunto de forma
descuidada, podriamos estar en serios problemas", advierte. Varios caminos
conducen a la vida eterna Ian Pearson, un futurista británico y transhumanista,
cree que la muerte será una cosa del pasado para el año 2050. Pearson es uno de
los muchos futuristas, expertos en cibernética y investigador de la
inteligencia artificial cuyos pensamientos están convergiendo en la misma idea
básica: ¿por qué no subir todo lo que está en el cerebro — todo lo que hace una
persona, quién es — en un superordenador y después descargarla de nuevo en un
cuerpo nuevo? Haciendo tal cosa el individuo sería teóricamente inmortal. Para
trabajar en ello, se necesitará más avances en el hardware y el software, y
mejoradas interfaces tendrá que ser desarrolladas entre el cerebro y el cerebro
de silicio. Ya que es básicamente un desafío de ingeniería, es factible. Otros
científicos sostienen que la clave para la vida eterna está en el ADN humano y
sus indicadores. Aunque otros están concentrando sus esfuerzos de investigación
en técnicas para regenerar las células humanas para siempre sin pérdida crítica
de información biológica. Luego están el subconjunto que transhumanistas que se
llaman los Singularistas que ven el silicio y el acero como la forma para nunca
morir. Creando una raza inmortal como la inspiración de Star Trek, los
superhumanos Borg.
Uno de los actuales portavoces
del movimiento singularidad es Raymond Kurzweil, autor de muchos libros
futurista incluyendo su libro "La singularidad esta cerca: Cuando los
humanos trascienden la biología" de 2005 que la revista TIME destacó en su
portada. La gran visión de Kurzweil abarca una completa transformación irreversible
de los seres humanos. Cuando se produzca la transición, él afirma, se anunciará
el final de la raza humana tal como la conocemos. Lev Grossman, quien escribió
el artículo para TIME escribe sobre el período de transición: "Cuando eso
[el logro de la inteligencia artificial con superpoderes] ocurra, la humanidad
— nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestra civilización, se transforma
completamente y de manera irreversible. Él [Raymond Kurzweil] cree que ese
momento es no sólo inevitable sino inminente. Según sus cálculos, el fin de la
civilización humana tal como la conocemos esta aproximadamente a 35 años de
distancia." Es una escala de tiempo que muchos otros defensores del
transhumanismo y los creyentes de la singularidad pregonan. Aunque no todos
están de acuerdo en los métodos para llegar a ese punto de inflexión
monumental. Algunos ven que esto sucederá sin la necesidad de las máquinas
inteligentes actuando como catalizador. Pero manteniendo la visión de Kurzweil,
Grossman continúa: "Tal vez nos combinaremos con ellos para ser cyborgs
super-inteligentes, usando computadoras para ampliar nuestra capacidad
intelectual de la misma manera que los autos y aviones amplían nuestras
capacidades físicas. Tal vez las inteligencias artificiales nos ayudará a tratar
los efectos de la vejez y prolongar la vida indefinidamente. Tal vez nosotros
escanearemos nuestras conciencias dentro de computadores y viviremos
prácticamente dentro de ellas como software, para siempre. Tal vez las
computadoras se vuelvan contra la humanidad y nos aniquilen. Lo único que todas
estas teorías tienen en común es la transformación de nuestra especie en algo
que ya no es reconocible como tal para la humanidad. Esta transformación tiene
un nombre: Singularidad. " Y existe la visión de la Singularidad: la
transformación de la humanidad en algo más allá del hombre. Un fantasma
adimensional en una máquina virtual. O tal vez algo parecido. En la superficie,
todo esto parece conducir a un crecimiento floreciente de una raza sobrehumana,
un nirvana en la Tierra — y eventualmente en los cielos — donde inmortales
logran maravillas sólo una vez soñado por los antiguos griegos y romanos quien
dotó de tales poderes a sus dioses.
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