
Según cuenta la leyenda, Coatlique fue fecundada en primer lugar por un
cuchillo de obsidiana y, a raíz de este embarazo, dio a luz a la diosa
Coyolxanuhqui, conocida con el nombre de «Campanas Doradas» y a un grupo de
vástagos que se convirtieron en estrellas. La diosa Coyolxanuhqui era
identificada con la luna y estaba asociaba con un grupo de 400
deidades-estrella, conocidas con el nombre de Huitznauna, que se encontraban
bajo su control. Además esta divinidad asociada a la luna, tenía poderes
mágicos con los que podía provocar importantes daños.

Según la mitología azteca antes de nuestro sol, que es el quinto,
existieron otros cuatro. Para los aztecas vivíamos, por tanto, en la quinta
creación, o en la quinta era.
Volviendo a la pareja original y a su descendencia, la legenda mexica
señalaba que cada uno de esos dioses creadores luchaba por la supremacía en el
mundo, empleando cada uno su propia fuerza cósmica: tierra, fuego, viento o
agua. Mientras esas fuerzas se mantuvieran en equilibrio, el mundo estaba en
orden y podía existir la era de un sol; sin embargo, si se producía un
desequilibrio cósmico, ese sol, junto con la Tierra y los seres humanos de esa
era, perecerían.
El primero de esos cinco soles fue el creado por el dios Tezcatlipoca,
que era el dios de la Tierra, bajo el signo 4, Agua, se llamó ATLTONATIUH (Sol
de Agua). Sin embargo, su creación fue algo imperfecta, ya que los seres
humanos aparecieron con forma de gigantes (¿la era de los Nephilim?), fueron
ellos los constructores de las pirámides ya que la civilización azteca y maya,
las más desarrolladas, existieron mucho después de ellas y ni con la actual
tecnología de la construcción se pudo haber llegado a la perfección y belleza
de esas construcciones. En un momento determinado de esa era, los jaguares (¿?)
devoraron al medio sol existente y, ayudados por la oscuridad, fueron
destruyendo y asesinando a los seres humanos gigantes.
El segundo de esos soles fue creado por el dios Quetzalcoatl, dios del
Viento. El segundo Sol estaba de nuevo bajo el signo 7, Ocelote, y se llamó
OCELOTONATIUH (Sol Felino). En este sucedió que se hundió el cielo, el Sol no
seguía su camino; al llegar al mediodía se hacía de noche, y cuando oscurecía
los tigres se comían a la gente.
Tlaloc, que era el dios de la Lluvia en la mitología azteca, creó el
tercer sol, sigue predominando el signo 5, Lluvia, se llamó QUIAHUTCNATIUH (Sol
de Lluvia de Fuego). En él sucedió que llovió fuego sobre las personas, y los
que en él vivían se quemaron. Y dicen que en él llovieron guijarros, y que ésos
son las piedras que ahora vemos; que hirvió la piedra TEZONTLE, y que entonces
se enrojecieron los peñascos.

El mito de los cinco soles es conocido por la literatura azteca y por
los pocos códices (libros) que sobrevivieron a la destrucción de los
conquistadores, pero principalmente por el llamado “Calendario azteca”, “Piedra
del Sol” o “Piedra de los Soles”, una de las piezas arqueológicas más
estudiadas y controvertidas, que se encuentran en el Museo Nacional de
Antropología de México. Se trata de un gigantesco disco de piedra de más de
tres metros y medio de diámetro y un peso cercano a las 25 toneladas, donde se
ha representado esquemáticamente la compleja cosmogonía azteca.
Actualmente, la mayoría de los estudiosos coinciden en que la figura
central representa al Sol actual, y los cuatro grabados que la rodean a los
soles anteriores. También resulta difícil establecer cuando terminará esta
Quinta Edad o ciclo; las profecías aztecas señalan que la humanidad que viva
bajo el Quinto Sol será destruida por terremotos y por “fuerzas que hacen un
ruido superior al trueno”.(¿Armamento nuclear?)...
También debemos destacar la profecía relativa alregreso de
QUETZALCOATL, la “serpiente emplumada”, dios civilizador de los aztecas, que
luego de cumplir con su misión se fue prometiendo regresar en el año CE – ACATL
(1 – Caña-2000), cuando coincidieran los tres calendarios utilizados por los
aztecas: el ritual o lunar, el solar y el venusino.
Irónicamente, esta fecha coincidió con el año 1519, fecha en que los
españoles llegaron a México y en esa fecha terminaba el cuarto sol. Los aztecas
creyeron que Cortés era Quetzalcoatl que regresaba... de hecho los nombres de
Moctezuma significa la nobleza que cae y el nombre de Cuauhtemoc significa
Águila que cae, pero Cuitlahuac vino a demostrar que por eso eran guerreros y
él solo con un puñado de guerreros aztecas le dieron una paliza a los
españoles, pero Moctezuma creía que esto iba contra las profecías y permitió la
derrota azteca.

Saben y dicen que su dios los creó de ceniza, y atribuyen a
Quetzalcoatl, cuyo signo es 7, Viento, el haberlos hecho y creado. El quinto
Sol, bajo el signo 8 (doble 4) Movimiento, se llamó OLLINTONATIUH (Sol de
Movimiento), porque se mueve, sigue su camino. Y como andan diciendo los viejos,
en él HABRA MOVIMIENTOS DE TIERRA, HABRA HAMBRE, Y ASI PERECEREMOS...
¿Las profecias aztecas se estarán refiriendo a los ciclos catastróficos
marcados por la cercanía del gemelo solar, al cual se le atribuyen las
extinciones en la tierra? Pues lo interesante es que es el Sol quién es usado
como reloj a través de los tiempos para marcar el inicio o fin de una época...
o quizás sean meras supercherías, aunque a estas alturas el sol pareciera
estarnos advirtiendo sobre algo inminente, no debemos dejar de lado todos estos
hechos suscitados recientemente en referencia al sol y sus efectos sobre la
tierra...
0 comments:
Publicar un comentario