Con el clásico pretexto de frenar los “discursos de odio”, cualquier cosa que el tirano de turno quiera que eso signifique...
La Unión Europea y Facebook están
uniendo esfuerzos para combatir el contenido extremista y de odio en la red.
A través de la Initiative for
Civil Courage Online, la compañía invertirá más de un millón y medio de dólares
en fondos de marketing para poner freno al extremismo que estos últimos años ha
crecido con mucha fuerza dentro y fuera de la red.
Hasta el momento aseguran que la
labor de Facebook no pasará por censurar contenido en la red, pues su intención
es la de colaborar activamente con las ONGs, servicios en línea y gobiernos
para desarrollar prácticas conjuntas que mitiguen este tipo de contenido de
odio, con la intención de poner en marcha herramientas que permitan limpiar el
contenido de odio de la red.
“Con esta nueva iniciativa
podemos entender mejor los desafíos que plantean declaraciones extremistas en
internet y responder mejor ante ellas. Juntos podemos asegurarnos que se
escucharán las voces de la paz, de la verdad y la tolerancia”, declara Sheryl Sandberg
de Facebook
La iniciativa también incluye a
expertos y consejeros dentro de la lucha contra el extremismo violento,
incluyendo a Peter Neumann del Centro Internacional para el Estudio de la
radicalización y la Violencia Política (ICSR) y Sasha Havlicek del Instituto
para el Diálogo Estratégico (ISD), entre otros.
Una iniciativa tan peligrosa como
ambigua que permitirá, en nombre del combate a los discursos de odio, eliminar
contenidos de acuerdo a criterios unilaterales de quien ostente el poder de
hacerlo.
Esto no es nada nuevo, se viene
fraguando desde tiempo, el año pasado vimos como el descarado sionista de
Benjamin Netanyahu exigia la censura de Internet, el nos decía para entonces:
“Eliminar las páginas de Internet
que niegan el Holocausto. Cancelar los resultados de búsquedas que propugnan el
odio (por ejemplo, una búsqueda del término ‘judío’ en inglés redirige a
páginas antisemitas)”
“establecer en cada país un
organismo para hacer cumplir la legislación y exigir a los proveedores de
Internet que hagan cumplir sus reglas contra el alojamiento de contenido de
odio”.
La censura a la web da paso al
control informativo de distintos gobiernos, que apagan la libre difusión de
noticias pero amplían la hegemonía comunicacional controlada por sus propios
aparatos. Así como en el pasado la censura se practicaba en forma diaria en las
redacciones de los periódicos, hoy los gobiernos disponen de múltiples
herramientas para alcanzar su objetivo de intentar controlar Internet. Algunas
son de tipo financiero, como el establecimiento de tarifas e impuestos que los
usuarios no pueden cubrir; otras son de tipo tecnológico, con el filtrado y
bloqueo de los servicios disponibles; y también las hay de tipo administrativo,
imponiendo la obligación de registrar los sitios web que desean operar en su
territorio nacional.
Las formas de control se acentúan
en países donde Internet está viviendo un crecimiento más rápido. China, cuya
Constitución señala respeto a la libertad de expresión de prensa, es uno de los
países donde existe el mayor control del contenido que se difunde por Internet,
con la excusa de que es esencial para proteger la seguridad nacional, el orden
público y los secretos de estado.
“Al igual que en el mundo real,
la libertad y el orden son necesarios en el ciberespacio. La libertad es la
finalidad del orden, y el orden es el garante de la libertad”,
“debemos respetar los derechos de
cada país de gobernar su propio ciberespacio”. “Ningún país debería aspirar a
la hegemonía en Internet o entrometerse en los asuntos internos de otros
países”... Xi Jinping, Presidente de China.
Los ejemplos de este tipo de
censura son muchos. Corea del Norte, donde todos los websites están bajo el
control del gobierno; Cuba, donde Internet está disponible en puntos de accesos
controlados por el gobierno; Arabia Saudita con más de 400.000 sitios
bloqueados; Irán, donde los usuarios deben registrarse en el Ministerio de Arte
y Cultura; Siria, lugar en el que los usuarios son detenidos si amenazan la
unidad nacional; o Vietnam, donde se bloquean los sitios que son críticos al
gobierno y exigen a las grandes compañías (entre las que se encuentran Yahoo,
Google y Microsoft) información sobre la actividad de los usuarios.
A continuación un vídeo con un
toque humorístico que envía un mensaje sobre lo que esta ocurriendo sobre la
censura y privacidad en Internet:
Creemos que la censura es cosa de
unos pocos países, pero aunque no te das cuenta, lo cierto es que probablemente
en el tuyo hayan uno o más sitios y servicios web censurados. La próxima vez
que intentes entrar a una dirección y el navegador muestre el mensaje Error 45,
significa que ese sitio está bloqueado y no caído como con otros errores.
Los mensajes que nos enseñan los
navegadores web corresponden a distintas razones por las que no se pudo
ingresar a un sitio. Si bien el famoso Error 404 es el más común cada vez verás
más el Error 451.
¿Qué significa Error 451? Los
números que acompañan la palabra error no son al azar, sino que están
determinados por la Internet Engineering Steering Group (IESG) encargados de
determinar los diferentes códigos que definen a una web.
El número que se muestra al no
entrar a una página significa la razón por la que no pudiste acceder y el IESG
determinó que aquellos sitios que no son accesibles debido a la censura
muestren el Error 451.
Un ejemplo sería si tu país
bloquea un sitio como Pirate Bay, en ese caso al tratar de cargar la página te
encontrarías con un Error 451, lo mismo para webs bloqueadas por tu proveedor
de Internet.
El Error 451 viene a aclarar la
diferencia entre prohibido y censurado. Antes veíamos Error 403 que
correspondía a lo prohibido pero por cualquier causa. Con el nuevo código de
error sabemos que el no poder acceder es debido a la censura impuesta por
Gobiernos o empresas.
Fahrenheit 451 es la clásica obra
de Bradbury en la que se nos presenta un mundo donde la censura alcanzó a los
textos y estos son quemados ya que de ser leídos podrían evitar que la gente
sea feliz. Al no acceder a los libros, las personas son cada vez más
ignorantes. El nombre del libro corresponde a la temperatura en que arde el
papel.
Al censurar una página web es
como si la estuviesen quemando ya que entrar a ella nos podría entregar
información o conocimientos que las autoridades no quieren que tengamos
relegándolos a un mundo en que los poderosos escogen qué es lo adecuado para
controlar y evitar el acceso a la información.
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